El cáncer de mama constituye un importante problema de salud a nivel mundial. Se calcula que, aproximadamente, 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama en algún momento de su vida. El cáncer de mama se considera una enfermedad multifactorial, es decir, en la mayoría de los casos no existe un único factor causal determinado. Aunque sí se conocen una serie de factores de riesgo o condiciones que pueden aumentar las posibilidades de una persona de desarrollar cáncer de mama.
Factores de riesgo no modificables
- Sexo. El cáncer de mama es una enfermedad que afecta principalmente a las mujeres, solo el 1-2% de los diagnosticados son hombres.
- La edad. A mayor edad, mayor riesgo de padecer cáncer de mama. La mayoría de los diagnósticos se producen a partir de los 50 años.
- Antecedentes personales. Las pacientes que ya han tenido cáncer de mama, corren el riesgo de volver a contraer la enfermedad en la misma mama o en la contralateral.
- Antecedentes familiares. Una de cada cinco mujeres con diagnóstico de cáncer de mama tiene antecedentes en la familia (familiares de primer grado).
- Antecedentes de lesiones benignas de la mama. Algunas lesiones benignas, como la hiperplasia ductal atípica, entre otras, pueden suponer un mayor riesgo para contraer el cáncer de mama..
- Factores genéticos. Entre un 5 y un 10% de los tumores de mama están relacionados con la presencia de una mutación genética hereditaria. Las más conocidas son las de BRCA 1 y 2, pero existen muchos otros genes identificados.
Factores de riesgo modificables
- Exposición a estrógenos endógenos. Las mujeres con una alta exposición a estrógenos a lo largo de la vida, las que han tenido una menarquia precoz (primera regla antes de los 12 años), una menopausia tardía, no haber tenido embarazos o el primero después de los 35 años.
- Exposición a estrógenos exógenos. El uso de terapias hormonales sustitutivas después de la menopausia.
- El consumo de alcohol. El consumo regular de alcohol se asocia con un incremento en el riesgo de sufrir varios tipos de tumores, incluido el cáncer de mama.
- La obesidad y el sedentarismo. El Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) llevó a cabo un estudio observacional, en más de 1000 pacientes con cáncer de mama y 1000 controles, en el que se concluyó que seguir una “dieta mediterránea” (rica en verduras, fruta, aceite de oliva, pescado y legumbres; limitar el consumo de productos grasos, carne, embutidos, dulces y bebidas azucaradas) puede reducir hasta en un 30% el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Además, demostró que las mujeres españolas que hacen una vida sedentaria tienen un 71% más de riesgo de desarrollar cáncer de mama que aquellas otras que cumplen las recomendaciones internacionales de ejercicio físico (150 minutos a la semana de ejercicio moderado)(1).
- Exposición a radiaciones ionizantes, Exposición a radiaciones ionizantes durante la pubertad como tratamiento de algunas enfermedades.
Referencias
(1)(Castelló A, Pollán M, Buijsse B, Ruiz A, et al. Spanish Mediterranean diet and other dietary patterns and breast cancer risk: case control EpiGEICAM study. Br J Cancer. 2014 Sep 23;111(7):1454-62 doi: 10.1038/bjc.2014.434. Epub 2014 Aug 7. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Spanish+Mediterranean+diet+and+other+dietary+patterns+and+breast+cancer+risk%3A+case control+EpiGEICAM+study.)